miércoles, 5 de noviembre de 2014

TU RESPONSABILIDAD

Ahí va mi primer post....

No es el que me hubiera gustado escribir, pero bueno...que le voy a hacer!
Mi blog tendrá varias funciones para mí. Será mi psicólogo, mi cajón de sastres, mi saco de boxeo.....Tal y como reza la descripción, será mi rinconcito.

Así que hoy os voy a explicar las peripecias con la pediatra de mi hija. No quería, repito. Pero me veo obligada.
Resulta que mi hija anda con mocos desde hace días. Desde hace un par de semanas más o menos. Mi aplicada madre y abuela de la criatura, salió a socorrerme éste Lunes, hubiéndose percatado el Domingo en su propia casa, de que la niña iba de mal en peor. 
El caso es que mi madre es un sol, y pese a su edad y ciertas limitaciones, ella se ofreció a cuidármela mientras yo "cumplo" con los quehaceres profesionales. Las que seáis madres (y/o padres) trabajadoras, me entenderéis si os digo que estas situaciones son complicadas de asumir. Con el tiempo, las "llevas" un pelín mejor, pero en algún momento del día en cuestión siempre acabas por sentirte de algún modo, algo culpable.  

Bueno, Lunes y Martes ha estado chunga la chiquilla, pero no ha sido hasta hoy Miércoles que la fiebre le ha empezado a subir. Mi madre me llamó al trabajo y yo rauda y veloz (que no se diga eh!) he ido a por la niña a la hora de comer.

Me la he llevado a Urgencias. El diagnóstico. Una Gripe. Bueno, "solo" una gripe.

¿Cúal ha sido entonces el problema? Pues que mi niña, ha entrado con una gripe, y ha salido con un chichón de 3 pares de narices.

La cría, revolviéndose al intentar huir de la doctora, se le ha escapado de sus manos en un momento en que yo andaba cogiendo el paquete de toallitas que había tirado al suelo. Sí, ha sido medio segundo. Pero en ese medio segundo le ha bastado para pegarse la gran leche de su (corta) vida.

Mi cabreo ha sido espectacular, y la reacción de la Doctora ha dejado mucho que desear....hasta el punto de que he decidido que no voy a volver más. ¿Es normal que reaccione de repente descargando todo el sentimiento de culpabilidad hacia mí? Creo que no. Creo que la pediatra se ha pasado 3 pueblos (y medio), puesto que una vez ha sucedido algo así, laasunción de responsabilidades es loúltimo que hemos de prestar atención.

A los 2 segundos me estaba metiendo la bulla! ¿Y la niña? Suerte que está bien.

Me queda muy claro, mucho, que en éste país, las cosas empezarían a funcionar de otra manera si empezaramos a preguntarnos cada uno de nosotros la responsabilidad individual que tenemos frente a nuestra vida. Nuestros actos son nuestros, así que la responsabilidad hacia ellos es algo que hemos de asumir. No todo es culpa de los demás.

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